¿Se puede ser lo que uno quiera ser?
Creencias limitantes. método S.A.V.E.R.S y liberación de endorfinas
Hace unos días vi por 3era vez la película de Barbie, en esta ocasión casi no alcanzaba a terminar de verla porque Morfeo estaba tocando mi puerta, y es que he cambiado mi rutina matutina, ahora me despierto a las 4AM, lo que involucra dormirme alrededor de las 8PM…si es que quiero que mi cuerpo descanse sus 8 horas seguidas.
Dos viernes atrás, fue mi última clase impartida en Minerva Coffee Garden, y unas semanas antes de que se llegara ese momento, había tomado la decisión de tomarme un descanso, aprovechando que a finales de agosto viajaré a Oaxaca.
Mi plan era quedarme en casa, pausar al cuerpo, dormir más tiempo, levantarme más tarde, porque “merecía un descanso”. Sin embargo, después del Tiempo para compartir de Junio, por recomendación de VM, decidí comenzar con el método S.A.V.E.R.S. o mejor conocido como “Mañanas milagrosas” y ya llevaba 15 días de los 63 que me había autoimpuesto para ver un cambio, así que no resultaba sensato el que mi “mereces un descaso” fuera el sinónimo de “Deja tu rutina”. (Ahora que lo pienso ahí comenzó todo).
Para quien no conozca este método, consiste en crearte un espacio de enfoque para tu desarrollo personal, cubriendo cada una de las áreas que forman tu vida (Física, Intelectual, Emocional y Espiritual), apoyándose de las siglas:
S de Silence (Silencio)
A de Afirmation (Afirmación)
V de Visualization (Visualización)
E de Exercise (Ejercicio)
R de Reading (Lectura)
S de Scribing (Escritura)
Aún no indagaré a profundidad en el método, pero lo utilizo de apoyo, porque sé que todo esto va junto con pegado.
Pues bueno, para la letra E, decidí optar por hacer yoga y todo fue bastante bien por lo que fueron 3 semanas, hasta que comencé a percibir que mi cuerpo quedaba “insatisfecho”, aunque es una actividad que disfruto mucho y fue una buena introducción al mundo del movimiento, mi cuerpo pedía más. Entonces, tomé la decisión de hacer, lo que yo denomino “ejercicio fuerte” y me inscribí al spinning, específicamente al grupo de las 5AM.
Si bien, al inicio me pareció descabellado, tras analizar factores como: distancia, tráfico y horarios, tomando en cuenta que quería continuar con S.A.V.E.R.S., el grupo de las 5AM era el ideal para mí.
El lunes 7 de agosto fui a mi clase muestra en Addict gym, y ese mismo día me inscribí, y en la 3era clase pude verme de frente con mis pensamientos respecto al ejercicio, comprendiendo que todo estos años de rehusarme a hacer actividad física no era yo, sino mis creencias limitantes.
Así que ahí estaba yo, pedaleando y viendo pasar pensamientos tales como:
“Eres muy débil”
“Tú no coordinas bien”
“Tú no eres buena para el ejercicio”
“Te vas a ver grande y ancha”
Así que mi curiosidad se activó. Por primera vez podía ver esos pensamientos, no sólo sentirlos, pensarlos y luego actuarlos.
Esto gracias a la liberación de endorfinas, sustancias químicas cerebrales naturales similares al cannabis (canabinoides endógenos) y otras sustancias químicas cerebrales naturales que pueden mejorar tu sensación de bienestar. Algo así como estar high on life.
Y con el gran poder que conlleva la liberación de endorfinas, me puse a investigar estas acusaciones falsas que me estaba haciendo.
Dentro de ello encontré que las creencias limitantes, son instauradas en nosotros desde muy pequeños, específicamente de los 0 a los 7 años, siendo la adolescencia la etapa donde éstas se refuerzan, acompañándonos y formando parte de nuestra vida, convirtiéndose en nuestros miedos, privándonos de avanzar hacia lo que deseamos tener o queremos hacer.
Y sí, estas creencias limitantes vienen de tu persona de crianza, y comienzan con cosas tan sencillas como la elección (o no) de alimentos, ropa, películas, escolaridad, y como a mí me pasó, ejercicio, afectando tu naturalidad más pura, ser un ser biopsicosocial y espiritual.
Junto con ese descubrimiento, llegó el que las acciones, vienen tras las emociones, que vienen tras los pensamientos, y estos se basan en nuestras creencias, que es lo mismo a:
Creencias → pensamientos → emociones → acciones → repeat
Así que si tus creencias son limitantes, tus pensamientos comenzarán a privarte, lo cual creará desbalance emocional, terminando en acciones que afectan tu vida física, intelectual, emocional y spiritual, repitiendo el ciclo y viviendo en los clásicos:
“Debo…”
“Deberían…”
Exigencias infantiles, “debería” tajantes, inflexibles y poco racionales.
Lo cual me lleva al inicio.
¿Se puede ser lo que se quiera ser?
No te preocupes, no es necesario una Barbie coach.
Como nos enseñaron en la película, si quieres cambiar, aparte de quererlo, requieres detenerte antes de actuar, darte el permiso de sentir, para después cuestionar tus pensamientos y darle voz a tus creencias limitantes, y descubrir de donde vienen.
En su mayoría vienen desde el amor… en mí caso… bueno, yo elijo pensar eso.
Mis creencias limitantes vienen de mis padres, que a su vez vienen de sus padres, a su vez de sus padres, y en lo más profundo de mi ser veo su amor, honro su forma de protegerme, porque sé que las personas dan lo que piensan que es lo mejor que pueden dar. Y sus creencias me ayudaron a pasar desapercibida y sobrevivir dentro de la familia y la sociedad en que crecí.
Sin embargo, llega el momento en el que uno puede tomar la decisión de dejar de sobrevivir, se crea un glitch en tu vida rutinaria y: llega un libro, una frase, una persona o se va, y te obliga a parar, y esta vez no actúas, esta vez le das espacio a la emoción, y ter permites escuchar tus pensamientos, encontrando la raíz de esa creencia limitante que no te pertenece, dándote el poder de saberte CREADORA (vayan a leer BRUJA de Lisa Listar, ASAP), sabiendo que al transformar esa creencia limitante las cosas ya no van a ser como antes, porque:
LLEGA EL FUEGO, PERO ERES DIAMANTE
Si bien, el mes pasado en Tiempo para compartir hablábamos de la importancia de soñar como cuando teníamos 7 años, en esta ocasión, inspirada por Elsa y Elmar, en la edición de agosto se habló de transformar esas creencias limitantes que pueden estar bloqueando nuestra vida, reconociendo que aunque es importante rodearte de personas que te ayuden a visibilizarte en esos momentos donde escuchas esos pensamientos rumiantes, mejor conocidas como personas vitamina, sólo tú puedes transformar el fuego.